Racing y Flamengo igualaron 1 a 1 en Avellaneda por la tercera fecha del Grupo A de la Copa Libertadores. Abrió la cuenta Gabriel para la visita y lo empató Nicolás Oroz de tiro libre en el segundo tiempo para la Academia. Hasta la expulsión de Gabriel Hauche el partido tenía equilibrio y dos posturas definidas. Desde ese episodio el equipo de Fernando Gago se ajustó a otro plan para mantenerse en partido. No perder terminó siendo negocio. Habrá que salir a cosechar puntos afuera en las próximas dos excursiones.
Entre lesionados y suspendidos Racing puso en cancha el mejor equipo que podía presentar. Fernando Gago fue bastante previsible en el armado teniendo en cuenta las ausencias y la plantilla disponible. Incluso hasta el minuto 27, donde se da el quiebre del juego, la Academia estaba teniendo un registro aplicado, con líneas bien juntas y reducción de espacios para no darle libertades a los futbolistas de Flamengo. Desde la infantil expulsión de Gabriel Hauche en adelante hubo que adoptar una postura diferente.
El poderío económico del equipo carioca le permite poner en cancha jugadores de renombre que si no engranan colectivamente puede definir todo en un segundo por la jerarquía individual. El equipo de Jorge Sampaoli manejó la pelota antes y después de ese momento de quiebre pero no pudo profundizar. Hubo méritos de Racing allí donde muchas veces se le reclamó mayor prestación. A excepción de aquella oportunidad desperdiciada por Gabriel, poco pudo hacer el Flamengo.
El gol sobre el cierre del primer tiempo, a la salida de una pelota detenida, castigaba severamente a Racing. Toda la entrega del equipo, lo que corrió e intentó jugar a pesar de saberse inferior a su rival, recibía un duro golpe con esa definición de Gabigol. Con diez futbolistas, el resultado en contra y 45 minutos por delante, para el equipo de Fernando Gago el partido quedaba muy condicionado.
El ajuste táctico con Jonathan Galván por el lesionado Aníbal Moreno permitió el ascenso de Gabriel Rojas y Facundo Mura unos metros, intentando así ocupar algo mejor los espacios a pesar de la inferioridad numérica. También entró Nicolás Reniero por Paolo Guerrero. El peruano nunca se metió en partido ni empatizóo con la entrega de sus compañeros. Cuando lo precisaron por arriba para saltear líneas tampoco ganó.
Flamengo tuvo la pelota pero no aceleró en ese segundo tiempo. Racing procuró mantenerse en partido a la espera de una oportunidad y sin desordenarse. Así pudo evitar que la visita encontrara espacios y ampliara el marcador. Ese chance surgió promediando el segundo tiempo. Falta de Wesley sobre Rojas, segunda amarilla y diez contra diez. De ese tiro libre llegó la precisa ejecución de Nicolás Oroz para establecer el empate.
Iguales en cantidad de futbolistas, Racing retomó el plan inicial. Siguió juntando líneas, achicó espacios y esperó encontrar una oportunidad. La tuvo con la presión de Emiliano Saliadarre que reventó el palo derecho de Santos. De ahí en adelante el partido se consumió con Flamengo moviendo el balón de un lado a otro pero sin acelerar.
Teniendo en cuenta el contexto y lo que se viene, el resultado termina siendo una buena noticia para Racing. Ahora deberá viajar a Brasil y Ecuador, intentar cosechar algo de esa expedición y llegar al cierre frente a Ñublense sin depender de nadie más que Racing. No hubo juego pero si aplicación y entrega. El escenario pedía una respuesta así. Ganar el próximo partido es el siguiente paso para despegar de una vez por todas.
Paolo Cella
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