La realidad de River en lo previo al encuentro de ida en Avellaneda mostraba a los de Nuñez más sólidos para quedarse con el primer chico. Los juegos de pretemporada televisados y frente a equipos que pueden exigir en la competencia, más los dos partidos ganados (uno por goleada) en Copa Argentina (lugar del cual Racing salió eyectado de forma vergonzoza en la primera de cambio), daba fuerza a decir que ellos llegaban mucho mejor.
Sin embargo la dinámica de lo impensado, puso a River durante 45 minutos con un jugador menos en casa, y eso le permitió a la academia tener una ventaja, que no supo aprovechar. No del todo.
Ese desaprovechamiento tiene bases en que el equipo del Chacho, sólo pudo jugar dos partidos contra clubes totalmente desconocidos, sin público, con mayoría de refuerzos que prácticamente no habían tenido siquiera dos prácticas en lo previo. Todos, hasta incluso Coudet en conferencia de prensa, aceptamos la falta de rodaje, dando cuenta del desastrozo armado de la pretemporada y las largas vacaciones tomadas por Blanco en pleno mercado de pases. A tal punto que se le escapó, a uno de sus más cercanos empleados administrativos, la mala inclusión de Bruno Zuculini, habiendo tenido 3 meses de impasse deportivo para poder tener todo preparado.
Pero todo eso ya es historia. Una vez más la suerte acompañó. Como decía, River sufrió en el Cilindro, la expulsión de uno de sus pilares (Ponzio), el también citado Zuculini afuera, Scocco prácticamente igual por un problema físico, lo mismo que Mayada y el paraguayo Moreira. Sumado a que Montiel recientemente fue dado de alta, y frente a Argentinos este sábado pasado, “Pity” Martinez salió de la cancha con una sobrecarga muscular. Añadiendo la no menos sorprendente ausencia de gol de 391 minutos que los de Gallardo mantienen.
Del lado propio. Las victorias llegaron. El rodaje en plena competencia se aprovechó. La aparición de los nuevos jugadores que muestran buenas condiciones para vestir la camiseta de Racing (esto no es menor), los goles de prácticamente todos los delanteros, la casi confirmada vuelta de Donatti, más allá del buen momento de Orban. Coudet probó variantes tácticas con mayores o menores resultados. Realmente Racing pudo revertir la imagen, que brindaba en su comienzo.
La actualidad dio un giro. La previa al partido de vuelta nos guiña un ojo desde lo deportivo. Hubiese sido mucho mejor llegar con un 3 a 0 arriba, aunque sea desde el escritorio por la trampa que hicieron nuestros rivales en casa. Eso ya no se puede remediar. Sin embargo, Racing que estaba abajo en las apuestas antes del primer juego, ahora el destino lo puso en la parte más alta, como si estuviese subido a una rueda de la fortuna de feria.
La historia se termina de escribir este miércoles. En Nuñez, dentro de una cancha.
Ramiro Gregorio
@RamiroGregorio